Maserati Levante prueba: deportivo de lujo adaptado al campo

Es incuestionable que los SUV están en pleno apogeo, de hecho uno de cada tres coches vendidos en España y Europa, corresponde a esta categoría de vehículos. Según este dato, las principales marcas de coches no han podido dejar pasar esta oportunidad y aunque las marcas italianas han sido las últimas en llegar a este sector, lo están haciendo con fuerza.

El Maserati Levante mantiene el carácter deportivo que caracteriza a la marca del tridente, aunque con una altura a la que no estamos acostumbrados, esta característica le permite moverse con soltura fuera de su medio habitual, el asfalto.

Este Levante, pese a sus grandes dimensiones, elevado peso y su mayor altura libre al suelo, ofrece la misma deportividad que  el resto de modelos Maserati. Se trata de un Maserati más, a pesar de los detalles que podrían separarlo del concepto clásico de deportividad. Este modelo de vehículo se ofrece en dos variantes bien diferenciadas, pero que trabajan sobre la misma mecánica. Por un lado encontramos la variante GranLusso, centrada en el lujo y la exclusividad. Por el otro, el acabado GranSport, que busca a un cliente más deportivo, posiblemente más joven y que puede usar el coche esporádicamente para ir a cazar, o para viajar.

El bastidor ha sido convenientemente ajustado para permitir elevar la carrocería y superar de este modo los obstáculos más destacados que te puedas encontrar. Un aspecto interesante de este coche es la dirección eléctrica, que ofrece suavidad cuando se utiliza en ciudad, pero al mismo tiempo, mejora la precisión de guiado cuando circulamos a grandes velocidades. Esta tecnología también mejora las sensaciones del conductor filtrando las irregularidades de la carretera. Un detalle que en el caso de circular por una pista, lo hace aún más agradable.

Bajo el capó de este coche encontraremos un refinado motor diésel V6 de 275 caballos o uno gasolina V6 de 350 o 430 caballos, desarrollado y fabricado por Ferrari, que ofrece un comportamiento muy bueno y permite rodar rápido y con agilidad como en cualquier otro modelo de la gama Maserati. El conductor siempre tiene la sensación de tener bajo el pedal derecho una gran cantidad de caballos dispuestos a sacarte una sonrisa en el momento que les des rienda suelta. Y todo ello acompañado de una excelente sensación de seguridad y confort y un control total de la situación.

Este coche es un gran candidato para viajar, y además ofrece la posibilidad de que al llegar al final de la carretera, puedas continuar disfrutando fuera del asfalto. La clave para este comportamiento es la suspensión neumática de altura regulable que incorpora. Ofrece nada menos que seis alturas diferentes, la más alta especialmente pensada para poder superar obstáculos complicados a velocidad lenta. En total, nada menos que 8,5 cm de diferencia entre la altura más baja para aparcamiento y la del modo off-road más extremo.